Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 18 de diciembre de 2022.- De inicio a fin el primer año de gobierno capitalino de Francisco Martínez Neri, estuvo marcado con protestas, el cierre del basurero que le estalló a mitad del periodo y las denuncias contra su antecesor por probable desvío de recursos siguen detenidas a pesar de múltiples quejas por la deuda que heredaron.
El pasado miércoles el presidente municipal entregó en sesión solemne de cabildo el informe escrito del ejercicio 2022. Durante la reunión, cada regiduría ofreció un recuento de sus actividades y acciones, en tanto que el edil emitió al final un mensaje, el cual fue más emotivo que informativo.
Sin embargo, Martínez Neri reconoció que este primer año estuvo sellado por dos circunstancias, la primera por la situación económica en la que recibieron la administración con una deuda pública de cerca de 400 millones de pesos y la segunda, por el cierre del basurero municipal.
SIN AVANCES CONOCIDOS
El presidente de Oaxaca de Juárez presumió en su breve mensaje, previo al informe social de actividades, de las finanzas sanas con las que cuenta el ayuntamiento, al grado de lograr un pago de 105 millones de pesos de la deuda, hacer frente al problema de la basura y aun así no recurrir a préstamos bancarios.
La queja sobre la deuda ha sido constante en su administración para a partir de ahí halagar las finanzas actuales, pero el edil ha omitido ofrecer información sobre el proceso de investigación que interpondría el actual gobierno contra el saliente a cargo de Oswaldo García Jarquín.
Durante su informe del mes de junio para dar a conocer el estado financiero en el que se recibió la administración se comprometió públicamente a dar vista a la Fiscalía General de la República y a la Fiscalía General de Oaxaca, así como a la Auditoría Superior de la Federación y al Órganos de Fiscalización del Estado de Oaxaca para que lleve a cabo las autorías y dentro de sus competencias actúen según los delitos.
Hasta ahora, el gobierno de Martínez Neri no ha ofrecido actualización de esta situación, la cual habría quedado sólo en manos de la Contraloría Municipal.
Pues en julio el Cabildo votó en contra de un punto de acuerdo para ordenar al Órgano de Control Interno Municipal promover ante el Órgano Fiscalizador de Oaxaca, Fiscalía Especializada de Combate a la Corrupción , al Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Oaxaca, Secretaría Ejecutiva del Sistema al combate a la Corrupción y otras instancias, todas las acciones por los hechos e irregularidades presentadas en el informe de recepción, al considerarse innecesaria al ya existir una solicitud de revisión a la Contraloría Municipal para que se investiguen dichos actos.
MEDIO AÑO DE BASURA
Anunciado desde varios meses antes, y como un problema latente de años atrás, el 18 de julio, días antes de la Guelaguetza, el basurero municipal ubicado en la Villa de Zaachila cerró por primera vez, hasta ese entonces como un cierre definitivo que afectaba de golpe a 25 municipios de la zona metropolitana de los Valles Centrales. Pero reabrió de manera limitada.
Pero a partir de ese entonces las calles de la capital, en zona centro, periferias y colonias comenzaron a ser puntos de tiraderos a cielo abierto que no han tenido control por la falta de un nuevo relleno sanitario.
Tras una prórroga al 8 de octubre, sólo para cinco municipios, para la clausura del basurero, el gobierno de Oaxaca de Juárez se volvió a enfrentar al problema del destino final de los residuos sólidos al no haber conseguido en tres meses un terreno para sustituir al antiguo tiradero.
Sobre este tema, Martínez Neri apuntó en su mensaje de este 14 de diciembre que fue “la bomba” les estalló a ellos, y para solventar algunas necesidades se han valido de las finanzas sanas para el gasto del traslado de los residuos a otra entidad debido a que ningún municipio de la entidad quiere recibir la basura de la capital.
La falta de un basurero, y en diversas ocasiones del servicio de recolección de basura, ha causado múltiples protestas ciudadanas para exigir solución, mientras que el propio ayuntamiento creó un segundo tiradero a cielo abierto en riberas del río “Atoyac”, luego de permitir la instalación de uno en la misma área por parte de recolectores particulares agremiados a CATEM.
AMBULANTES Y PROTESTAS
Otro grave problema en la capital, no reconocido por la autoridad, es el crecimiento del ambulantaje y los fallidos operativos para su retiro.
A finales de enero el gobierno de Martínez Neri inició con operativos para ordenar, regular y retirar al comercio en vía pública, el cual dejó como saldo protestas y hasta enfrentamientos entre vendedores con personal del ayuntamiento, Policías Municipales y comercio establecido.
El comercio ambulante se aferró a sus puestos, otros sólo se desplazaron a otras calles y recientemente comenzó la instalación de nuevos puestos en plazas públicas, como ocurre en la calle de Gurrión, a un costado del templo de Santo Domingo de Guzmán.
Pero no fueron las únicas protestas, pues antes de los 100 días, Martínez Neri ya acumulaba decenas de manifestaciones por habitantes de colonias, agencias y organizaciones sociales, las cuales recibían con elementos policiales resguardando el acceso al palacio municipal denominado “la casa del pueblo”.
MALAS EVALUACIONES
La segunda administración de la cuarta transformación en la capital del estado, encabezada por Francisco Martínez Neri, ha recibido desfavorable calificación en diferentes encuestas realizadas por distintas casas encuestadoras de México.
El primer mes ya era negativo, pues el ranking “Mitofsky 100 Alcaldes y Alcaldes de México”, situó al presidente de Oaxaca de Juárez en el lugar 97 con 24.7 por ciento de aprobación.
En el segundo mes repitió la dosis, pero ahora con resultados de la empresa Massive Caller, que informó que Martinez Neri fue calificado como el peor edil de México.
Pero la situación no mejoró, y al octavo mes volvió a colocarse entre los últimos lugares de la lista nacional. El ranking Mitofsky sobre la evaluación de 150 alcaldes de México reportó que el morenista Martínez Neri recibió una desaprobación del 62.4 por lo que ocupaba la posición 116, entre los de baja calificación y el peor evaluado en comparación a sus homólogos oaxaqueños.
En tanto que la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del primer trimestre de 2022 reveló que el 69.9 por ciento de los habitantes de Oaxaca de Juárez consideró que vivía en una ciudad insegura.
El presidente de Oaxaca de Juárez ofrecerá el informe ciudadano el próximo 19 de diciembre, y será en ese acto cuando ofrezca mayores detalles de sus actividades del primer año de gobierno.
