Inicio COLUMNA Opinión. Archivo Beltrán Leyva III

Opinión. Archivo Beltrán Leyva III

por Agencia Zona Roja

Diego Enrique Osorno*

Alfredo Jiménez Mota, reportero de “El Imparcial” de Sonora, desapareció el 2 de abril de 2005, luego de publicar el 17 de enero de ese mismo año un reportaje a fondo que reveló por primera vez la existencia y operación de la banda de Arturo Beltrán Leyva.

“Los barones de la droga pocas veces se meten directamente en la operatividad de estas estructuras. Para ello cuentan con otras redes locales dirigidas por capos menores, pero igualmente o más peligrosos que los grandes señores”, escribió Alfredo en su reportaje. “Los capos menores” a los que se refería eran, en ese entonces, los hermanos Beltrán Leyva.

En su libro, “El cártel incómodo”, José Reveles toma este artículo del periodista sonorense para hacer desde 2011 un oportuno abordaje y brillante análisis del auge y caída de los Beltrán Leyva, así como de la hegemonía de Joaquín Guzmán Loera. De manera puntual, Reveles consideraba como “histórico” el texto que provocó la desaparición de Alfredo.

Hoy queda todavía más claro que lo es: Alfredo destapó en 2005 una red cuyas dimensiones aún seguimos descubriendo a través del juicio a Genaro García Luna en Nueva York.

***

Recibí hace años uno de los documentos de inteligencia en los que se basó Alfredo para realizar su artículo. Hay un apartado de la ficha oficial que estriba sobre “Los Tres Caballeros”, apodo bajo el que empezaron a ser conocidos los hermanos Beltrán Leyva en el norte de México.

Como parte de este recuento de archivo detonado por el juicio a García Luna en Nueva York, comparto de manera textual el informe donde se da cuenta de una parte de las redes alrededor de Beltrán Leyva antes de que este afianzara su relación a nivel nacional durante el gobierno de Felipe Calderón.

También es un intento de recordar y homenajear a un colega cuya desaparición aún está pendiente de ser esclarecida.

Los Tres Caballeros

Se dice que los hermanos Beltrán Leyva irrumpieron en la actividad del narcotráfico con Amado Carrillo Fuentes (a) “El Señor de los Cielos”, pero que a la muerte de éste se alinearon con Joaquín “El Chapo” Guzmán y Héctor Palma Salazar (a) “El Güero” Palma, volviéndose a unir a “El Chapo” tras su fuga en enero de 2001.

“Los Tres Caballeros” presuntamente se posicionaron del sur del estado de Sonora tras la muerte de Rodolfo García Gaxiola (a) “El Chipilón” en mayo de 1998, quien como jefe de la entonces PJF en Sonora brindó protección a la organización de los hermanos Arellano Félix; manteniendo como sede Ciudad Obregón, municipio de Cajeme, Son., desde donde supuestamente operan la recepción aérea de cocaína.

Cabe señalar que Ciudad Obregón fue conocida como El Culiacancito, al haber sido refugio de narcotraficantes famosos, entre ellos Rafael Caro Quintero y Miguel Ángel Félix Gallardo.

En forma paralela, trascendió que los hermanos Beltrán Leyva fortalecieron sus operaciones en la siembra de marihuana en el llamado “Cuadrilátero del Diablo” que conforman la región de la alta Sierra Madre y que cubre parte de los estados de Chihuahua, Durango, Sinaloa y Sonora. 

La droga presumiblemente es trasegada por la región de la sierra de Álamos, Son., con destino a la frontera norte del estado, principalmente Agua Prieta y Nogales, manteniendo para ello una numerosa red de burreros y narcotraficantes menores a lo largo del territorio sonorense.

Los hermanos Alfredo, Amberto y Carlos Beltrán Leyva utilizan los seudónimos Arturo, Marco Arturo y Arturo de Culiacán, bajo los cuales son buscados por la DEA por la introducción de droga a Estados Unidos a través de aviones “Velocity”; de igual forma por la PGR como parte de la Operación Marquis. 

Cabe destacar que información periodística menciona que Marco Arturo Beltrán Leyva logró escapar de policías federales que lo esperaban en el aeropuerto de Monterrey, NL., por su relación con la familia Mendívil Gastélum y Octavio Mendoza, acusados de lavado de dinero.

En informativos locales dan cuenta de que hay conjuntos norteños como “Carlos y José”, “Sergio Vega”, “El Coyote y su Banda” y “Los Nuevos Cadetes de Linares” que les cantan corridos a los hermanos Beltrán Leyva, que se han hecho famosos en la radio; incluso, algunos se aventuran a decir que los mismos amenizan grandes fiestas, donde participan como invitados especiales comandantes y agentes de la PGR.

Los hermanos Beltrán Leyva han operado bajo la protección de las autoridades de los tres niveles de gobierno. Destacan los funcionarios incluidos en la administración estatal que inició actividades el 13 de septiembre de 2003, que en el pasado fueron asociados con el crimen organizado, como Roberto Tapia Chán, director de la Policía Judicial del Estado (PJE) y Abel Murrieta Gutiérrez, subprocurador de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE); quienes en el pasado coexistieron dentro de la PGJE y en diferentes tiempos fueron los responsables de la seguridad pública de Ciudad Obregón, Cajeme, Son., ayuntamiento en donde se reagruparon en el año 2000 siendo presidente municipal Ricardo Robinson Bours Castelo, hermano del hoy gobernador José Eduardo Robinson Bours Castelo.

Delegación estatal, año de 2005, documento confidencial.

***

Entre otras cosas, el juicio a Genaro García Luna en NY puede ser visto como parte de una búsqueda de la verdad que muchos periodistas mexicanos han llevado a cabo durante décadas. Documentar, denunciar y entender la compleja relación entre el mundo criminal y político ha sido una tarea imposible de lograr de forma completa, pese a periodistas valerosos como Alfredo y Reveles.

Algún día despertaremos con ciertas certezas de esta pesadilla.

*Escritor y periodista.

@DiegoEOsorno

Tambien le puede interesar: