Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 28 de marzo de 2023.- Pese a las graves afectaciones al medio ambiente, el basurero que ha formado la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) en las riberas del río “Atoyac”, en la parte posterior de la Central de Abasto de la ciudad de Oaxaca, es intocable, creciente y respaldado por la impunidad.
A casi ocho meses de que comenzó con el depósito de los desechos a orilla del afluente —por el precierre del basurero de Zaachila en julio y que contempló negar el acceso a camiones particulares de basura— ninguna autoridad, ni municipal ni estatal o federal se ha atrevido a aplicar acciones y sanciones sobre los responsables de ese foco de contaminación a cielo abierto.
Fétidos olores y la invasión de fauna nociva son solo alguna de las consecuencias perceptibles a simple vista por la población; pero también se ha convertido en una zona de cero tolerancia, donde nadie ajeno a la organización de transporte tiene permitido su acercamiento, lo que incluso ha generado violencia y agresiones de integrantes de CATEM contra ciudadanos y la prensa.
Tal es la impunidad sobre el basurero, que abarca al menos 500 metros lineales sobre dicha ribera, que este 24 de marzo los usuarios prendieron fuego a una parte del tiradero para tratar de liberar espacio y seguir vaciando los camiones particulares de basura, servicio por el que cobran a la ciudadanía.
El incendio causó enormes columnas de humo y el desalojo de inmuebles, como escuelas cercanas, por el alto grado de contaminación y fue sofocado sin complicaciones, sin embargo, hasta el momento, nuevamente ninguna autoridad ha emitido un posicionamiento sobre el hecho.
ANTECEDENTES
Fue bajo un supuesto permiso del gobierno municipal de Oaxaca de Juárez que los transportistas de CATEM comenzaron en agosto a descargar sus camiones de basura en ese sitio.
El permiso, presuntamente se ofreció luego que la autoridad municipal no logró que se les siguiera permitiendo su paso al basurero de Villa de Zaachila y tras la protesta de camioneros afiliadas a CATEM y “Sol Rojo” el 2 de agosto, cuando vaciaron los desechos de sus vehículos en Plaza de la Danza y al interior del Palacio Municipal.
Entre las primeras versiones para justificar el nuevo basurero a cielo abierto fue que servirá solo de sitio de transferencia, en el que se separarían los desechos, pero nada de eso ocurrió.
El basurero crece a la vista de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Oaxaca (Propaeo), que hasta el momento no ha informado ningún tipo de acción para dar fin al problema ambiental en la ribera del río “Atoyac”.
Mientras que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) tampoco ha logrado sanciones.
Personal de esta dependencia federal también fue agredido por miembros de CATEM durante su visita al lugar, impidiéndoles continuar con su trabajo, mientras que el gobierno de Oaxaca de Juárez, por medio del Consejero Jurídico Dagoberto Carreño Gopar, indicó que el 1 de septiembre la Profepa realizó una inspección, pero en el área equivocada, lo que impidió sanciones o señalamientos sobre presuntos responsables por el área afectada.