Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 12 de junio de 2023.- Nadie sabe de él desde que inició el sexenio morenista, hace medio año, pese a cotidianas denuncias verbales de presuntos hechos de corrupción contra el gobierno priista anterior.
Y con Alejandro Murat, casi nada se supo también de él, más que los continuos pleitos que sostuvo con el entonces fiscal Rubén Vasconcelos Méndez.
¿En dónde está Jorge Emilio Iruegas Álvarez? Porque por lo menos mediáticamente, nadie sabe de él.
Ni siquiera el gobernador Salomón Jara Cruz, con su talante vengativo, se ha acordado del funcionario priista que sigue enquistado en la nómina gubernamental sin hacer nada; mucho menos le ha exigido que indague los señalamientos de corrupción que asegura prevalecieron con Murat Hinojosa.
¿Cuáles serán las razones por las cuales no se toca a Jorge Emilio Iruegas? Porque pudo quitar al fiscal General anterior, Arturo Peimbert, ¿pero no puede promover el fin del encargo de un fiscal especializado?
SU SEXENIO
Fue el 3 de mayo de 2017, albores del último sexenio priista, en que el Poder Legislativo local aprobó el decreto Número 601 por el que se reformó la ley de la Fiscalía General el Estado.
Entre las modificaciones, se ordenó la creación de una fiscalía especializada en materia electoral y otra en materia de corrupción. Así nació la Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción del Estado de Oaxaca.
Y sin mayores contratiempos, ya con el “dedazo” encima, Jorge Emilio Iruegas Álvarez fue designado el 17 de junio de 2017.
Sus funciones:
La investigación y persecución penal enfocada a hechos de corrupción de manera profesional, objetiva, imparcial, eficaz, transparente y evaluable, “a través de la reestructuración orgánica de la propia Fiscalía Especializada de cara a una reingeniería institucional con base en un modelo de gestión de calidad y por competencias.
“La autonomía técnica, de gestión, de decisión y operativa para investigar y perseguir hechos de corrupción; La creación y fortalecimiento de un área de análisis financiero, contable, fiscal y de auditoría forense…”.
Como suele suceder, los legisladores aprueban normas sin mirar si hay o no recursos presupuestales y, en ese caso, a medio año del ejercicio legal, pues no había forma de transferirle partidas.
Así que el nuevo fiscal llegó sin estructura ni personal propio, mucho menos partida presupuestal; peor aún, sin la acotada autonomía que le había decretado el propio Legislativo.
Eso orilló que Jorge Emilio Iruegas se enfrascara en un pleito con Rubén Vasconcelos, que tomó posesión como fiscal general el mismo año, y así desperdició tres años.
El 22 de septiembre del año 2018 se publicó en el Periódico Oficial otro decreto el1544, mediante el cual se reformaron, adicionaron y derogaron diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Fiscalía General del Estado, por el que se le dotó a la Fiscalía Anticorrupción de autonomía administrativa, técnica, de gestión y decisión.
Pero ni así hubo resultados. Acaso fue adrede, pues pese a múltiples denuncias contra funcionarios del sexenio de Gabino Cué, no hubo mayores indagatorias y mucho menos juicio contra ex funcionarios corruptos.
Carlos Moreno Alcántara, ex titular de la Secretaría de Vialidad, estuvo un breve lapso en la cárcel; la detención de Germán Tenorio Vasconcelos, por una pírrica mala transferencia presupuestal de 100 millones de pesos, cuando el galeno presumía de su enorme riqueza y hasta un avión se había comprado en esa época.
De ahí, nada más; ni en contra de Netzahualcóyotl Salvatierra por sus obras fraudulentas y con excesivos costos, como el puente a desnivel de Cinco Señores, ni en contra de Alberto Vargas Varela por múltiples señalamientos, entre ellos el ahora Citybus, que sigue sin funcionar.
Nada. Vino Arturo Peimbert, con quien no tuvo ningún roce y sí mayor suficiencia presupuestal, pero también nada; solamente se la pasó reclamando recursos. Así terminó el sexenio de Murat Hinojosa, con un fiscal Anticorrupción gris.
LAS SOSPECHAS
Desde que tomó posesión en el cargo, Salomón Jara Cruz no ha dejado en su discurso las acusaciones de corrupción, como lo hizo aquel 1 de diciembre contra Murat, por supuestas megaobras inconclusas pero inauguradas.
Como el caso del Centro Cultural “Álvaro Carrillo”, el Circuito Interior, el Centro de Convenciones de Huatulco, además de la presunta venta de plazas laborales a través de la Secretaría de Administración.
Igualmente, el probable saqueo y apropiación de múltiples bienes públicos y privados, a través del llamado “Cártel del despojo”, en que están involucrados el Registro Civil, el Registro Público, el Instituto de la Función Registral y la Dirección de Notarías.
El desvío de recursos en los Servicios de Salud de Oaxaca, son también parte de las continuas acusaciones que ha hecho el mandatario surgido del Partido Morena.
Hay más, pero a propósito el gobierno estatal se ha guardado de no hacer públicos dichas indagatorias.
En todos los casos, en ningún momento se ha mencionado o exigido a la Fiscalía Anticorrupción que inicie las investigaciones, o que comparezca ante la “mañanera” de los lunes para dar su versión, tanto lo que halló, aunque no hizo nada, del sexenio de Alejandro Murat, o de lo que está haciendo actualmente.
PERO TODO IGUAL
Por lo pronto, en ninguno de los casos que ha acusado Jara Cruz, hay avances; peroratas continuas en programas de televisión y en discursos durante actos políticos.
Acaso en el supuesto “Cártel del despojo” hay dos personas detenidas, Jorge Z. M. y Alejandro A. T., además de un notario público, Jorge Alberto M. G., pero de eso hace más de un mes y no se ve para cuando haya resultados concretos. Y en los tres casos en absoluto se ha mencionado a la Fiscalía Especializada en Materia de Combate a la Corrupción.
Lo último que se sabe de la institución que encabeza Jorge Emilio Iruegas, es un informe que rindió al Congreso local, del periodo 1 de septiembre de 2021 al 31 de agosto de 2022, justo antes de concluir el sexenio de Murat.
Según detalló, se han iniciado 879 carpetas de investigación y se han judicializado/consignado 12 casos; se emitieron además 261 determinaciones ministeriales.
Luego detalla una larga lista de reuniones, capacitaciones y participaciones en foros. Nada más. Ningún “pez gordo”, como se dice en el argot judicial. Ningún resultado del cual pueda presumir Oaxaca que realmente combate la corrupción.
Si así como va el ritmo de las investigaciones contra los señalados, con el morenista Jara Cruz sucederá lo mismo que hizo Murat Hinojosa: dejar hacer y dejar pasar.