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Huracán Otis, ¿un ciclón tropical extraordinario o mal pronosticado?

por Agencia Zona Roja

Redacción/Zona Roja Cdmx.

Ciudad de México, a 8 de noviembre de 2023.- En alrededor de nueve horas el huracán “Otis” evolucionó de categoría 1 a 5 y tocó tierra al menos cuatro horas antes de lo que indicaban los pronósticos meteorológicos. Sus condiciones atípicas han llamado la atención de la comunidad científica, que considera urgente estudiar a mayor profundidad el fenómeno.

Con los datos disponibles hasta ahora, expertos en ciencias atmosféricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) concluyen que se trata de un ciclón tropical asociado al cambio climático, pero también reconocen que no se pronosticó adecuadamente.

“Otis rompe muchos récords”, apunta Jorge Zavala, director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático.

LAS CONDICIONES

La mañana del 24 de octubre, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informaba sobre “Otis”:

A las 9:15 horas avisó que era una «tormenta tropical» que se encontraba frente a las costas de Guerrero y Oaxaca.

A las 12:15 horas alertó que “Otis” ya era un huracán de categoría 1. A las 13:15 ya era categoría 2, a las 15:15 horas su intensidad había subido a categoría 3 en la escala Saffir-Simpson.

Tres horas después, a las 18:15 horas, el huracán alcanzó la categoría 4 y, tres horas después, a las 21:15, el SMN alertaba que había alcanzado la máxima intensidad, es decir, la categoría 5.

«El huracán se intensificó rápidamente a categoría 5», indicó en su reporte el Servicio Meteorológico Nacional, estatus que mantuvo hasta tocar tierra a las 0:25 horas del 25 de octubre con vientos sostenidos de 270 kilómetros por hora y rachas de hasta 330 kph.

“‘Otis´ sobre tierra en Acapulco, Guerrero como huracán categoría 5″, se leía en el reporte y, en ese momento, ya arrasaba con este puerto y sus alrededores.

FALTÓ PREVENCIÓN

Para el doctor Zavala, la llegada de “Otis” debió preverse desde un día antes, pero fallaron los pronósticos por falta de información sobre las condiciones atmosféricas y oceánicas en las que se desarrollaba el ciclón tropical. Tampoco se pudo prever adecuadamente su rápida intensificación.

“La verdad es que no sabemos exactamente por qué no se pronosticó adecuadamente, porque, si hubiéramos sabido, lo hubiéramos pronosticado adecuadamente”, explica en el programa universitario Ciencia a Distancia.

Hay varias hipótesis para lo ocurrido, pero él se inclina por aquella que señala las fallas en el pronóstico.

«En mi opinión, lo más importante es que realmente no conocíamos el estado en el cual se estaba desarrollando ´Otis’, las condiciones atmosféricas y oceánicas. Entonces, a partir de una mala información, los modelos numéricos que tenemos para pronosticar la evolución de los ciclones no vieron que había condiciones para que se intensificara», menciona.

Otras hipótesis consideran que las características de “Otis” fueron tan extremas que los modelos de medición de huracanes no estaban calibrados para detectar la inmensa energía que permitió la rápida evolución del ciclón. “Yo creo que no, yo creo que, más bien, nos faltó información del estado del océano y de la atmósfera”, reitera.

ESTUDIO DE CICLONES

Hace tiempo que la ciencia busca comprender qué condiciones hacen que un huracán se intensifique rápidamente o por qué otros no aumentan su intensidad a pesar de formarse en condiciones similares.

Aunque actualmente se conocen las características generales que favorecen que un huracán alcance la categoría mayor, todavía se desconocen muchos detalles de este proceso, explica Zavala.

El estudio de los ciclones considera distintas variables y mediciones, desde el perfil de los vientos, la interacción entre el océano y la atmósfera, la temperatura y evaporación del agua. Sin embargo, desde que el huracán Katrina impactó en Estados Unidos con categoría 5, se ha planteado la necesidad de conocer mejor la temperatura subsuperficial del mar, no solamente la superficial.

EL “NIÑO”

Pese a la falta de datos, el doctor Zavala expone que la intensificación rápida de Otis se relaciona también con una alta temperatura del océano y una gran capa profunda caliente del mar. “Esto se ve favorecido por la condición del ´Niño´”, explica.

Se trata de un fenómeno que produce ondas internas en el Pacífico ecuatorial, llamadas ondas de Kelvin, que al pasar por las costas mexicanas, debido a su capa caliente, se incrementan y forman grandes remolinos anticiclónicos. Algo similar sucedió con el huracán “Katrina”.

Debido a que el planeta tiene una temperatura elevada, el aire caliente puede retener más vapor de agua y esto puede favorecer la intensificación rápida de los huracanes sin que se identifique a tiempo, menciona el experto.

Aunque han existido otros huracanes de categoría 5, con vientos intensos como los de ‘Otis´, no es frecuente que toquen tierra con ese nivel de intensidad y que entren por una ciudad grande y poblada, como ocurrió en Acapulco.

“No sólo es la categoría o la intensidad del huracán, sino estos otros factores los que hacen que haya sido tan destructivo”, subraya.

William Lee Alardín, coordinador de Investigación Científica de la UNAM, coincide en que el cambio climático está aumentando los fenómenos naturales intensos y esto dificulta la predicción de su evolución y del tiempo que transcurrirá antes de que se forme un nuevo fenómeno natural.

Para los próximos años, el reto será lograr la capacitación del personal que monitorea, comunica y aplica los protocolos ante ciclones.

La academia tiene un reto también y ya busca atenderlo, agrega Benjamín Martínez, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático.

“Algo que vamos a hacer, que ya estamos trabajando en ello desde hace un par de días, es simular considerando un océano activo y eso nos daría una primera respuesta de si realmente ese acoplamiento entre el océano y la atmósfera fue importante o no”.

(Información de “Expansión Política”)

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