Redacción/Zona Roja Cdmx.
Ciudad de México, a 10 de febrero de 2025.- A partir de los acuerdos alcanzados entre México y Estados Unidos para pausar la imposición de aranceles, aeronaves, buques militares y navales de Estados Unidos han «rondado» las costas y los cielos mexicanos, así como la frontera entre ambos países.
Expertos consultados por Expansión Política aseguran que, si bien este tipo de operaciones militares estadounidenses no son nuevas, ahora se realizan con mayor frecuencia, lo que coincide con el acuerdo de aplazar la imposición de aranceles un mes a cambio de mayor colaboración para sellar la frontera al tráfico de fentanilo.
Entre los vehículos que, los últimos días, se han «acercado» a territorio nacional, están el USS Nimitz, un portaaviones de la Armada de los Estados Unidos, y un Boeing P-8 Poseidón, mejor conocido como el “caza submarinos”, que la marina estadounidense ha utilizado en su estrategia de combate al tráfico de drogas marítimas y ubicar naves o submarinos rusos y chinos.
“Desde hace tiempo hay portaaviones americanos en aguas internacionales, pero lo que está ocurriendo es que ahora se están acercando más para mejorar la calidad de las intervenciones (de inteligencia) y recuperar sus aviones en sus operaciones aéreas” afirma David Saucedo, experto en seguridad.
De acuerdo con un oficial de la Base Naval de Coronado, en San Diego, la presencia de portaaviones, como el USS Nimitz observado desde costas mexicanas, no es inusual y otros navíos militares navegan en esa zona.
Además de la Marina, la Guardia Costera, otra rama de la milicia estadounidense, realiza recorridos en la zona aledaña a la frontera, aunque siempre dentro del rango de distancia de las aguas internacionales.
No obstante, el oficial añadió que recientemente el número de vuelos y solicitudes de vigilancia fronteriza sí se incrementó como parte de un «blindaje» en la zona.
«Creo que sí puedo afirmar que hay más presencia en algunas zonas y más visibilidad», dijo con la condición de anonimato. «Hay una sensación de alerta y de tener más claridad de la que teníamos sobre lo que ocurría en las áreas contiguas a México».
INVESTIGACIONES “DIRECTAS»
Para Víctor Hernández, catedrático del Tec de Monterrey y experto en temas de seguridad nacional, este tipo de operaciones han sido habituales y en muchos casos se realizan con pleno conocimiento del gobierno mexicano.
No obstante, el especialista considera que la intención de designar a los cárteles como organizaciones terroristas por parte del gobierno de Donald Trump, ha abierto la posibilidad de labores de investigación «más directas» en territorio mexicano.
Hernández opina que, si bien las operaciones militares utilizan aviones o vehículos equipados con la más alta tecnología, sus capacidades de investigación les permiten ir más allá de su jurisdicción.
“Estos vuelos tienen dos formatos para ocurrir: una es con un respeto quisquilloso de la línea fronteriza, uno puede poner una aeronave bordeando todo el Río Bravo y aunque en estricto sentido nunca cruza la frontera, sus capacidades de detección (de comunicaciones) pueden ver del lado mexicano”, advierte.
Por su parte, Saucedo estima que estos sobrevuelos militares se harán cada vez más frecuentes como parte de los acuerdos en materia de seguridad entre México y Estados Unidos.
“Estos vuelos son en zonas donde se tiene la sospecha de que están arribando embarcaciones o aviones con precursores químicos o con fentanilo. Es una labor de inteligencia pactada entre ambos países que Estados Unidos está haciendo más evidente” apunta.
AVIONES MILITARES
El pasado 3 de febrero, un día después de la llamada que sostuvo la presidenta Claudia Sheinbaum con su homologo estadounidense, Donald Trump, un avión RC-135V “Reviet Joint” de la Fuerza Aerea de Estados Unidos sobrevoló el Mar de Cortés frente a costas de Sinaloa y Sonora.
Este avión cuenta con el más avanzado sistema de intervención de telecomunicaciones, pues sus sensores permiten detectar, ubicar y registrar radiofrecuencias que son utilizadas por miembros del crimen organizado para su logística.
A través de un breve comunicado, la Secretaría de la Defensa Nacional confirmó el vuelo, sin embargo, aseguró que se realizó en aguas internacionales. No aclaró el motivo de la presencia de la aeronave en esa zona.
“A las 13:41 horas, el Centro de Control de Área Mazatlán informó al Centro Nacional de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo (CENAVI) que detectó un vuelo a 83 km al suroeste de Cabo San Lucas, Baja California Sur, fuera del espacio aéreo mexicano sobre aguas internacionales”.
La tarde del 4 de febrero, un avión Boeing P-8 Poseidón, conocido como «cazasubmarinos», sobrevoló durante casi dos horas frente a las costas de Baja California a la altura de Ensenada, México.
El avión partió alrededor de las 8:00 am desde la base aérea naval de Whidbey, al norte de Estados Unidos, y se dirigió a la frontera con México, en los límites de Yuma, Arizona y San Luis Río Colorado, Sonora, donde dio varias vueltas en círculos hasta dirigirse hacia la costa de San Diego, California.
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