Lisbeth Mejía Reyes/Zona Roja.
Oaxaca, Oax., a 21 de julio de 2025.- Las filas comenzaron desde la madrugada, pero no fueron lo único que motivó el primer Lunes del Cerro, espectáculo principal de las fiestas de Guelaguetza en Oaxaca.
Lo fue también el reclamo de comerciantes por hacerse de un espacio para vender alrededor del auditorio.
Aproximadamente a las 07:00 horas, los golpes y agresiones verbales fueron el recibimiento de vendedores a la Delegación Migrante en el primer Lunes del Cerro.
Las y los músicos parecían estar en el fuego cruzado sobre la carretera federal 190, pues se llevaron parte de las agresiones verbales de las vendedoras que iban principalmente en contra de policías estatales.
Su intento por calmar a las vendedoras no fue suficiente y también fueron mojados con las botellas de agua.
La considerada «máxima fiesta de las y los oaxaqueños» se vio empañada por ese primer momento que logró disiparse con las vallas metálicas y la fuerza policial.
A unos metros, pero sobre las escaleras del “Fortín”, cientos de comerciantes instalaban sus puestos sin problema. De igual forma, las cocineras que se colocaron del lado de la colonia Guelaguetza.
El olor a comida comenzó a percibirse en las escaleras y calles cercanas al auditorio. Los vecinos también aprovecharon para hacer de sus patios comedores improvisados.
Por las escaleras se repetía la oferta de alimentos, bebidas, artesanías y todo tipo de productos.
«¡Tamales, tamales!
¡Tejate, chilacayota, nicuatole!
¿Quieres probar el pulque?
La venta a pie también se sumó a los puestos: tanto adultos como niños ofrecían jugos, aguas y refrescos frente a las taquillas.
Después del incidente con las comerciantes, la jornada transcurría en tranquilidad en medio del operativo policiaco.
En el auditorio ya estaban cantando o tocando los artistas invitados y las sillas se iban ocupando poco a poco. Quienes contaban con boletos de los palcos A y B arribaban incluso después de iniciada la presentación de las delegaciones.
A diferencia del año pasado, la presencia de revendedores fue escasa y prácticamente desapercibida.
Sin embargo, alrededor del mediodía se registró un conflicto entre las colonias Azucenas y Guelaguetza. El área que habían acordado mantener libre junto a las escaleras, y que ha sido objeto de disputa, finalmente fue usada para colocar sillas y mesas. Aunque el problema no pasó a mayores y se solucionó.
Pese a estos incidentes, el primer Lunes del Cerro de la Guelaguetza culminó sin incidentes y con alta afluencia de oaxaqueños y turistas.
