Soledad Jarquín Édgar/Sem México.
Oaxaca de Juárez, Oax., 29 de septiembre de 2021.- Septiembre es para las oaxaqueñas un mes emblemático.
Tanto por lo sucedido en 2019 cuando se reformó el Código Penal del Estado para no criminalizar a las mujeres por abortar antes de la doceava semana de gestación, como por lo sucedido el pasado 22 de septiembre, cuando se reformó la Ley Estatal de Salud para que la interrupción legal de un embarazo sea considerada como un servicio básico en clínicas y hospitales del sector salud de la entidad.
Sin duda, reformas que colocan a Oaxaca “como la punta de lanza en la progresividad de los derechos humanos de las mujeres” como señaló Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca, tras la reforma del pasado 22 de septiembre.
Este #28S recordamos las emblemáticas luchas de las feministas. En 2007, en la Ciudad de México se concretó una vieja demanda al despenalizarse el aborto hasta la doceava semana.
Doce años después, Oaxaca fue la segunda entidad mexicana –de 32- en despenalizar la interrupción de un embarazo en el mismo periodo de gestación y, contrario a lo que vaticinaba la derecha, el aborto legal es hoy una opción que salva vidas y por tanto un asunto de salud pública y un acto de justicia social.
“POR UN ABORTO LIBRE Y GRATUITO”
1979 fue el año en que, por primera vez de forma pública, trabajadoras de la UABJO, rompieron el aire en una marcha del STEUABJO al desplegar una manta con la leyenda: “Por un aborto libre y gratuito”, así abrieron una puerta que no se volvería a cerrar.
Esta acción “atrevida y valiente” generó primero sorpresa y después indignación de otras personas que se hacían a un lado de ellas, mientras una que otra se les acerba.
Estas mujeres fueron Hilda Scherenberg, Guadalupe Cruz, Flor Cervantes, Patricia Hernández, Catalina Ocampo y Patricia Jiménez, ésta última leyó un comunicado con esa exigencia.
Después, a lo largo de los últimos 42 años existe un amplio registro de acciones realizadas por feministas y mujeres diversas para impulsar las reformas constitucionales, exigencias que se volvieron “batallas campales”, que pasaron por amenazas e intimidación, pero también por agresiones físicas, la decepción ante la respuesta de las legislaturas y la intromisión constante de las iglesias cristianas, los grupos próvida y políticos conservadores, cuya oposición a lo largo de estas más de cuatro décadas provocó la muerte o discapacidad de cientos de mujeres.
RECUENTO DE UNA HISTORIA
En la última década del siglo XX, Oaxaca ocupó el segundo lugar nacional en muertes maternas, con más de 70 decesos por año, y el aborto constituía una de las cuatro principales causas de fallecimiento de mujeres, cuyas edades fluctuaban entre los 20 y 34 años, de acuerdo con INEGI. En 1997, las estimaciones oficiales daban cuenta que el aborto ejecutado de forma insalubre iba incrementándose entre las oaxaqueñas.
En 2003, Consorcio Oaxaca, GES Mujer y la Red por la Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos rechazaron la presencia de Provida, que inició actividades en noviembre de ese año en Oaxaca, por ser contraria a los derechos humanos de las mujeres. El aborto es una opción de vida para las mujeres y nadie puede quitarles esa posibilidad de tomar decisiones oportunas ante la disyuntiva de tener o no un hijo cuando así lo permiten las leyes, planteó entonces Beatriz Casas.
Unos meses después, durante el proceso electoral en 2004, el PAN, PRD y Convergencia, que conformaron una coalición, excluyeron de sus plataformas políticas la despenalización del aborto. Al mismo tiempo las organizaciones presentaron a cada candidato –todos hombres- la Agenda Oaxaca a favor de la Equidad.
Ana María Hernández, de Consorcio Oaxaca, señaló: «tenemos que dejar de ver el aborto como delito y plantear que se trata de un derecho». Exigió el establecimiento de protocolos de atención en casos de aborto por violación, luego de que personal médico del Hospital General Dr. Aurelio Valdivieso y de un visitador de la entonces Comisión Estatal de Derechos Humanos obstaculizaron ese derecho a “María” de 19 años y con discapacidad auditiva que había sido violada sexualmente por su tío.
Frente a esa injusticia, el colectivo Huaxyacac en septiembre de 2004 presentó una iniciativa de ley para reformar el Código de Procedimientos Penales del estado de Oaxaca, para que el aborto por violación se realizara de forma segura, gratuita, oportuna y con respeto a su dignidad. De igual forma, un día después el IMO propone modificaciones al artículo 315 del Código Penal y agrega excluyentes en el artículo 316. Así como un mecanismo para hacer efectivo el derecho legal al aborto en caso de violación y de inseminación artificial no consentida en el Código de Procedimientos Penales del Estado.
Entre los avances más importantes de 2005 destaca la inclusión de la píldora de anticoncepción de emergencia en el cuadro básico de medicamentos. La academia planteó la necesidad de realizar un debate serio, científico, democrático y basado en el respeto a la diferencia y al libre albedrío.
En agosto de 2005, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Colectivo Huaxyacac acusó al gobierno de Oaxaca de no apegarse a la normatividad internacional y solicitó las modificaciones legales para un aborto legal en caso de violación.
El 6 de marzo de 2006, en el 124 Periodo Ordinario de Sesiones de la CIDH, Yesica Sánchez Maya, de la Limedh, presentó la violación a los derechos de María, quien después de más de 40 horas de hospitalización no recibió la atención para realizarse un aborto legal en un hospital público, por lo que tuvo que ser atendida en otro hospital, gracias a la intervención de Consorcio Oaxaca.
En septiembre de 2006, nuevamente nueve organizaciones no gubernamentales feministas pidieron reformas para garantizar el derecho de las mujeres a decidir como un principio de todos los derechos.
En 2007, organizaciones de la sociedad civil calificaron como mala la actuación de la LIX Legislatura local. Huaxyacac señaló que fue una legislatura de simulación y complicidad, donde nada pasó a favor de las mujeres y en cambio fungió como comparsa y tapadera del Ejecutivo.
Ese año, tras la despenalización del aborto en la ciudad de México, organizaciones no gubernamentales y activistas presentaron en tiempos distintos casos de aborto mal practicados para demostrar cómo la desigualdad social pone en riesgo la vida de mujeres pobres y jóvenes, principalmente. Buscaban de esa manera evitar la criminalización de las mujeres tanto de forma social como jurídica.
El PRD retomó la iniciativa que en 2004 habían propuesto las organizaciones sociales para favorecer el acceso de las mujeres al aborto por violación.
En enero de 2009, el PAN presentó la iniciativa de reconocimiento a la personalidad jurídica del feto, mediante un proyecto de decreto al Artículo 12 constitucional. A su vez las organizaciones rechazaron la propuesta impulsada por la diputada Perla Woolrich Fernández, y señalaron que se trataba de una estrategia nacional para contrarrestar la reforma de la ciudad de México.
Por otro lado, se libró un nuevo frente tras modificaciones hechas por funcionarios de salud federal y exigieron al ejecutivo local la publicación de la Norma Oficial Mexicana sobre violencia familiar y sexual contra las mujeres (NOM-046), conforme se acordó en junio de 2008.
El 9 de septiembre de 2009, Oaxaca se convirtió en el estado 16 en criminalizar el aborto, a pesar del intento que grupos de feministas hicieron buscando detener el albazo legislativo de la reforma al artículo 12, mediante el cual se protege la vida desde el momento de la concepción y aunque el IMO propuso al gobernador ejercer el veto y derogar la reforma, esto no sucedió.
EDUCACIÓN SEXUAL PARA DECIDIR
Ese año fue memorable la conmemoración del Día Internacional por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, en medio de papelitos y pañuelos morados, al menos tres generaciones de mujeres se reunieron en la calle de Alcalá para exigir su derecho a decidir.
Pidieron a la CEDH interponer un recurso de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por la reforma aprobada 20 días antes, hecho que se negaron a realizar. Días antes de la concentración de Alcalá, una joven murió desangrada en Salina Cruz tras realizarse un aborto en condiciones no adecuadas.
En octubre de ese mismo año, feministas interpusieron un total de 198 solicitudes de amparo ante la justicia federal contra la reforma al artículo 12 de la Constitución de Oaxaca que protege la vida desde la fecundación, fue presentado este miércoles en las oficinas del Poder Judicial Federal.
LOS PAÑUELOS VERDES
A principios del nuevo milenio, en América Latina un movimiento empezaba a crecer y hacía visibles los pañuelos verdes que en poco tiempo se convertirían en una Marea Verde. Tanto en Chile como Argentina la idea cundió y se volvió una parte iconográfica fundamental en la lucha por la despenalización del aborto. México no fue la excepción, pero hubo un nuevo ingrediente, las jóvenes salieron a las calles, el cambio generacional había llegado para tomar las calles cada 28 de septiembre.
#YAESLEY
El 25 de septiembre de 2019, con 24 votos a favor y 10 en contra, la 64 Legislatura legalizó la interrupción del aborto. El Congreso de Oaxaca paritario y compuesto por 23 mujeres, fueron las morenistas las impulsoras de la reforma. Días previos recibieron amenazas de muerte y advertencias de que sus carreras políticas estaban aniquiladas, dijo entonces Hilda Luis.
En sororidad, diputadas federales y de otras entidades del país las respaldaron, así como organizaciones de la sociedad civil. El fantasma de Margaret Sander estaba presente. Ese día terminaron décadas de espera.
24 votos a favor, 10 en contra. Los votos a favor fueron emitidos por: de Morena, Leticia Collado Soto, Mauro Cruz Sánchez, Othón Cuevas, Elena Cuevas Hernández, Karina Espino, Migdalia Espinosa, Laura Estrada, Elizabeth Guzmán, Inés Leal, Magaly López, Rocío Machuca, Pavel Meléndez, Hilda Pérez Luis, Gloria Sánchez, Alfonso Silva, Griselda Sosa, Horacio Sosa, Timoteo Vásquez y Elisa Zepeda; del PT, Saúl Cruz, Noé Doroteo Castillejos y César Morales. Y del grupo Mujeres Independientes: Alim Antonio Aquino y Aleida Serrano.
En contra: Ericel Gómez Nucamendi, Ángel Domínguez Escobar, Arcelia López, Juana Aguilar, Fredie Delfín Avendaño, Joaquín García y Alejandro López, solicitó permiso.
Después de la votación un grito largo y prolongado se escuchó en el pleno del Congreso local, lágrimas, cantos y alegría, había terminado una larga espera.
¿QUÉ PASÓ DESPUÉS?
En lo legislativo se cerró la pinza con la reforma a la Ley Estatal de Salud, aprobada este 22 de septiembre. La reforma obliga a las instituciones públicas de salud a realizar la interrupción del embarazo, de manera gratuita, garantizando además la no discriminación, la accesibilidad, la aceptabilidad y la calidad del servicio, sostiene la diputada Magaly López Domínguez, una de las más importantes promotoras de la reforma.
Yésica Sánchez Maya de Consorcio Oaxaca explica que hacen falta presupuestos y que esa es una responsabilidad del Ejecutivo local, quien pronto iniciará la cuenta regresiva de su mandato, que se caracterizado por hacer el vacío a los avances legislativos que tienen algún significado para las mujeres, pero un costo para él.
Al mismo tiempo ha surgido nuevas iniciativas, como son Las Consejeras, integrado por jóvenes profesionistas que dan acompañamiento a mujeres que ejercen su derecho a decidir y que conjuntamente o por separado realizan también campañas de información, es decir, suplen con sus propios recursos la tarea que el Ejecutivo local no realiza.
Jamil Márquez explica que Las Consejeras nacieron en 2019 para brindar primero información de forma gratuita, libre de prejuicios a quienes quieren ejercer sus derechos sexuales y reproductivos.
Una de sus acciones más importantes fue una campaña informativa realizada en 2020 para promocionar el derecho a la interrupción legal del embarazo, lo que dio como resultado, explica Teté Jasso, coordinadora de Las Consejeras, dijo que en poco más de 60 días, recibieron casi 30 llamadas telefónicas pidiendo información, además de dar acompañamiento telefónico. Ahora reciben 10 llamadas por semana.
Ambas activistas dijeron que el 90 por ciento de las usuarias son mujeres y el 10 por ciento fueron hombres, la mayoría eran jóvenes de entre 20 y 29 años de edad (57.7 %) y de 18 a 19 años, constituyeron el 11.5 por ciento de las llamadas. Sin embargo, expusieron que las mujeres que solicitaron información sus edades oscilan entre los 18 y más de 40 años.
Hasta ahora el Hospital General “Dr. Aurelio Valdieso”, la Clínica de la Mujer en Santa Rosa y recientemente el Centro de Salud de Volcanes son las instituciones donde personal especializado atiende las solicitudes de aborto legal.
Por su parte, Tete Jasso señala que la Covid 19 fue sin duda un parteaguas, no sólo en la atención de la salud sino también en las solicitudes de las mujeres para interrumpir el embarazo y afirmó que las instituciones de salud deben saber que la atención a las mujeres es una prioridad.
“En nuestro imaginario podríamos decir que todas las mujeres saben que el aborto es un derecho, pero no lo saben a ciencia a cierta, no hay información directa a la población usuaria y, por otro lado, los estigmas sociales siguen siendo un obstáculo para que el aborto legal sea una realidad”.
En ello coincide su compañera Jasso quien revela que persisten ideas que criminalizan y culpabilizan a las mujeres que abortan, mitos que han sido internalizados en las personas y que se convierten en obstáculos que impiden acceder de forma libre y voluntaria a ese derecho.
Sin embargo, confía en que a través de las redes sociales la información fluye a cientos de mujeres y eso podría ayudar a la toma de decisiones.
AURELIA Y LA ESPERANZA
“Soy un pañuelo verde, abrimos las puertas, salimos a la calle, gritamos por nuestros derechos y me da gusto que por esa puerta pasen hoy las más jóvenes, dice Aurelia quien hace varios años tuvo un aborto. Explica que fueron las circunstancias económicas las que la obligaron a tomar esa decisión que no es fácil.
A lo largo de su vida permaneció al margen de la lucha feminista a favor de la despenalización del aborto hasta que tuvo que hacerlo. Hoy lo entiende mejor y está más tranquila desde que se aprobó el aborto en Oaxaca, “eso evita que las jóvenes arriesguen su vida como lo hicimos muchas de mi generación o que tengan que pagar fortunas a médicos sin escrúpulos y, en el peor de los casos, que mueran ante una mala práctica médica.
Lo que hoy tenemos que hacer es quitar el estigma y la discriminación, desechar las ideas patriarcales sobre la obligación de las mujeres a ser madres por siempre, porque las más jóvenes aspiran a mucho más de lo que hicimos nosotras.