Ismael García M-/Zona Roja.
San Raymundo Jalpan, Oax., 25 de septiembre de 2019.- ¡Asesinos! ¡Asesinos! ¡Asesinos!…
¡Sí se pudo! ¡Sí se pudo! ¡Sí se pudo! ¡Sí se pudo! Para unos la apoteosis, para otros la derrota temporal; para unos el infierno, para otros la gloria.
La aprobación de la despenalización del aborto convirtió a Oaxaca en tendencia mundial y la segunda entidad del país en avalar esta medida, después de la Ciudad de México. Pero fue entre irregularidades y a veces entre relajos. Entre “fallas” en el sistema electrónico y entre simulaciones de diputados.
Este miércoles el Congreso de Oaxaca vivió unas ocho horas de tensión, entre rezos, imágenes religiosas, cruces y pañuelos verdes.
A eso de las nueve de la mañana comenzaron a llegar los contingentes. Mayoría, los de la fe Católica, que se apostaron frente a la sede de la Cámara de Diputados; otro grupo de evangélicos, ingresó al área de gradas y se dispuso a esperar el momento. En el acceso posterior, la “Marea Verde”, en esta ocasión tranquila, que pudo ingresar sin contratiempos y poco a poco.
Dos horas de normalidad. Hasta que en el acceso principal del recinto comenzó el barullo, al intentar los guardias de seguridad cerrar las puertas de cristal. La diputada María de Jesús Mendoza llegó y les abrió.
Y el relajo ya en las gradas, minutos después de las 11, tanto que surgió la primera discusión y confrontación entre legisladores priistas y verdes contra morenistas. Tanto que el presidente de la Mesa Directiva, César Morales Niño, dictó un receso, que se prolongó por una hora, tras llamar la atención a los concurrentes.
Gradas llenas, grupos en cada extremo, presagiaba enfrentamiento verbal. Pero no. Casi tres horas en calma, el desarrollo de 50 puntos de la orden del día.
14:48, el momento. El presidente de la Mesa Directiva dio paso al segundo dictamen de la orden del día. Vinieron las posturas en pro y en contra, Vendría la votación, por tablero electrónico.
Pero comenzó otra vez el relajo. Quince minutos de fallas, reclamos, rechiflas, incertidumbre, y un Morales Niño que no sabía qué hacer. Tensión que se incrementó con un letrero en la pantalla que no lograba componerse: “El pueblo manda”. Por fin se reactivó el tablero. A las 16:00 horas todo estaba consumado, entre gritos de ambos bandos en las gradas. Fueron 24 votos a favor, 12 en contra.
Entre gritos siguieron las intervenciones por las reservas a algunos artículos, mientras el barullo continuaba. Pero repentinamente, a las 16:28, el presidente de la Mesa directiva decretó que “por falta de condiciones, se suspende la sesión”.
¿Y las modificaciones a la Constitución? La confusión dio paso a la alegría de unos y la tristeza de otros. Bastaron unos cuantos minutos para que prácticamente el rol se invirtiera.
“No es constitucional la modificación al Código Penal, primero debió reformarse la Constitución”, opinaron abogados. Pero para la “Marea Verde”, todo seguía consumado.
–Esos cabrones diputados, suspendieron a propósito la sesión porque no les alcanzaban los votos para modificar la Constitución –masculló un asesor legislativo.
La moneda quedó en el aire.
