Redacción/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 28 de junio de 2024.- La implementación del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec ha transformado significativamente la vida de las comunidades y pueblos que habitan en el Istmo de Tehuantepec, quienes hasta la fecha mantienen procesos de resistencia y organización comunitaria.
Frente a diversas acciones que las comunidades y personas defensoras han llevado a cabo para proteger sus propiedades, territorios y formas de vida, el Estado mexicano ha desplegado una serie de actos que afectan su integridad física y emocional, su libertad y territorio.
Dichas declaraciones son resultado de la documentación y observación de veintidós organizaciones de la sociedad civil, quienes conformamos una Misión Civil de Observación en el Istmo de Tehuantepec (MCO) a fin de visibilizar las agresiones ejercidas contra personas y comunidades defensoras de la naturaleza y el territorio.
La MCO se realizó del 22 al 25 de julio de 2023, integrada por organizaciones internacionales, nacionales y estatales de derechos humanos y de los pueblos originarios, quienes efectuaron un recorrido por diferentes comunidades del Istmo de Tehuantepec. A tres años de la implementación del Corredor Interoceánico, los datos son alarmantes:
Del 1 de mayo de 2021 al 1 de mayo de 2024, se registraron un total de 72 ataques, en los que se perpetraron, al menos, 226 agresiones diversas en contra de personas defensoras, siendo las más recurrentes: intimidación (30%), hostigamiento (28%), amenazas (10%) y agresiones físicas (7%).
Además, se documentaron tres homicidios en contra de defensores zapotecos: Jesús Manuel Martínez (2022), Félix Vicente Cruz (2023) y Noel López Gallegos (2023).
El 92% de las víctimas defensoras pertenecen a algún pueblo indígena; en ese marco, los pueblos Mixe (Ayuujk) y Zapoteco (Binnizá) fueron quienes tuvieron que enfrentar un mayor número de agresiones en su contra.
“Es importante visibilizar la existencia de agresiones e impactos diferenciados en contra de defensoras indígenas, quienes han enfrentado ataques de intimidación, amenazas y agresiones físicas basados en roles y estereotipos de género y con cargas de sexualidad”.
En relación a los autores de los casos documentados por la MCO, el Estado mexicano, registró el mayor número de participaciones en la violencia perpetrada (en 94 ocasiones dentro de los 72 ataques documentados), con una presencia permanente y protagónica del Ejército, la Marina y Guardia Nacional en los territorios indígenas del Istmo, que propicia un clima hostil y de intimidación, lo cual ha generado una violación sistemática a los derechos fundamentales contra las comunidades y pueblos que habitan en el Istmo de Tehuantepec.
La Misión Civil recomendó a las autoridades detener de manera urgente y efectiva el proceso de militarización a efecto de garantizar una protección efectiva de los derechos a la autodeterminación, territorio y consulta.
Frenar toda forma de amenaza, criminalización y agresión en contra de las personas defensoras y pueblos indígenas , así como emprender acciones para garantizar un entorno seguro y garantizar la implementación urgente de medidas de protección efectivas en favor de personas defensoras del Istmo, las cuáles deben ser acordadas con las mismas y tener pertinencia de contexto, perspectiva de género y comunitaria.
Adoptar las medidas necesarias y suficientes para la reparación integral y no repetición de las violaciones a los derechos humanos cometidas contra personas y comunidades del Istmo de Tehuantepec.
La MCO advierte que, de no acatar las recomendaciones generadas, se profundizarán las violaciones a los derechos fundamentales de comunidades y personas defensoras en el Istmo de Tehuantepec.
(Comunicado)