Inicio COLUMNA Opinión. ¿Quién la escucha en Oaxaca?

Opinión. ¿Quién la escucha en Oaxaca?

por Agencia Zona Roja

Isidoro Yescas*

En su conferencia mañanera del jueves 10 de abril, la Presidente de la República, Claudia Sheinbaum, le recordó a la militancia de Morena y, especialmente, a quienes ocupan cargos de elección popular o en la administración pública, que deben vivir en la honrada medianía: sin lujos, sin presumir ropa de marca, viajes frecuentes (fuera del país) ni tampoco presumir costosas camionetas. 

Se manifestó también por la definición de reglas claras para quienes aspiren a cargos de elección popular para el 2027 y también para que eviten el nepotismo. 

Tres cosas que, anticipó, lo expresará en una carta que muy pronto enviará a la presidenta nacional de Morena.

Mensaje presidencial que entre la casta política primaveral de Oaxaca no se escuchó, ni se atenderá, al menos que en lo que hace a las reglas electorales, la dirigencia nacional de Morena las convierta en obligatorias. 

¿Honrada medianía si los que hoy forman parte del cerrado círculo de la yopecraciaprimaveral se pasan por el arco del triunfo todos los códigos de ética, leyes y reglas escritas y no escritas si de saquear el erario se trata? ¿Evitar el nepotismo, cuando el Gobierno del Estado de Oaxaca es ejemplo a nivel nacional de cómo el abuso de poder es regla infalible para que los apellidos Jara, Bolaños, Estrada, Romero, Vásquez , etc. suenen y estén presentes en prácticamente todos los niveles de la administración pública estatal, en la estructura de Morena y en los tres poderes?

Las palabras e intenciones de la presidenta Sheinbaum para devolverle su sentido social y ético al movimiento que hoy es gobierno tienen eco en la gente de abajo que, con todo y sus yerros en el ejercicio del poder, mantiene su confianza en la 4T.

Sin embargo, no ocurre lo mismo entre un importante segmento de la nueva clase política que hoy gobiernan el país, los estados y municipios, o que son representantes populares. 

La honrada medianía juarista choca de frente con la corrupción, el tráfico de influencias, el abuso de poder y el nepotismo en sus dos vertientes: para la designación-eleccción de candidatos o candidatas a cargos de elección popular y para la designación de funcionarios y funcionarias de la administración pública.

Desde el palacio primaveral a cada rato se fustiga al pasado reciente, y con mayor énfasis a la administración muratista, de desvío de recursos públicos, endeudamiento público, despojos patrimoniales, enriquecimiento ilícito, etc. Y no mienten. El problema es que quienes desde diciembre del 2022 tomaron las riendas de la entidad no solamente hacen lo mismo sino ya superaron a los Murat  en grado superlativo.

En el reciente Foro en Defensa del Territorio y la Propiedad Social en Oaxaca, convocada por más de un centenar de autoridades comunitarias, agrarias y municipales ,así como organizaciones sociales e indígenas, se denunció que con la primavera oaxaqueña hoy “vivimos un despojo a cielo abierto donde la ilegalidad se conjuga con la violencia del crimen organizado”.  

A través de un pronunciamiento público, denunciaron como una amenaza al pueblo de Oaxaca el proyecto de “nueva constitución” que se redacta desde el Poder Ejecutivo y que, por lo demás, “ha tenido un proceso opaco, viciada y sin consulta a los pueblos y comunidades indígenas”.

Hoy Oaxaca no vive ninguna primavera, sino un acelerado proceso de descomposición social y política que lo mismo se expresa en un ejercicio autocrático del poder y una  corrupción galopante en todos los niveles que en el abandono de los pueblos y una creciente inseguridad y violencia criminal.

Y nada parece anticipar un cambio de coordenadas. Al contrario, vienen nuevos golpes al Estado de derecho y a la democracia con una Constitución Política a modo, carente de legitimidad social y política, y la imposición de proyectos y megaproyectos que solamente abrirán nuevos frentes de conflicto. 

*Periodista y maestro en Sociología.

X:@YescasIsidoro

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