Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca, Oax., a 26 de mayo de 2025.- Con cambio de nombre en por lo menos tres ocasiones y durante tres sexenios, el sistema de transporte público de la ciudad de Oaxaca sigue inmersa en la opacidad y la corrupción.
Ni aliancistas de la supuesta izquierda ni los priistas ni ahora los morenistas han podido aclarar y llevar a la justicia la trama de irregularidades que surgieron en el gobierno de Gabino Cué Monteagudo.
Pero para la secretaria de Movilidad del gobierno de Oaxaca, Yesenia Nolasco Ramírez —que ha tomado a la dependencia sólo para promover su imagen—, el sistema Citybus-Binnibus es un éxito total.
Ello a pesar de que a la fecha, hay dos terminales de autobuses inconclusos, en la capital y en Santa Cruz Xoxocotlán en desuso, con millones de pesos tirados a la basura, y absoluta discreción de los acuerdos con el transporte concesionado.
En el colmo, algunas unidades del Binnibus se han visto involucrado en incidentes viales con saldos fatales, incluso.
Si bien ayudan a resolver parte de la crisis de transporte, no ayudan en mucho por el reducido número de unidades. Mientras tanto, los autobuses de empresas concesionarias, siguen sin un gramo de mejora, a pesar del aumento del 25 por ciento a la tarifa, muy por encima de la inflación.
DESASTRE DE GABINO
Fue Gabino Cué Monteagudo (2010-2016), postulado por Movimiento Ciudadano, el PRD y el PAN, quien, entre las escasas obras públicas, impulsó el Proyecto de Apoyo a la Movilidad Urbana,
Consistía en un carril confinado desde la agencia de Pueblo Nuevo, al poniente de la capital, hasta Santa Cruz Xoxocotlán, con tres terminales y varias paradas especiales.
Tras sortear múltiples protestas sociales de rechazo, finalmente se realizaron las obras con la pavimentación con concreto hidráulico de un carril especial en la mayor parte de dicho tramo, con una inversión aproximada a los 600 millones de pesos.
Pasó a Sistema de Transporte Integrado (SIT) y luego a Citybus, pero jamás se puso en marcha, pese a que se habían adquirido al menos 48 unidades de motor, que fueron arrumbadas por varios años en las instalaciones de Ciudad Judicial.
“OBRAS” DE MURAT
Cué Monteagudo le entregó, literalmente, el poder al priista Alejandro Murat —a cambio, varios de sus allegados fueron funcionarios estatales— y éste inicio su sexenio con mensajes de combate a la corrupción.
Pero en lugar de indagar desfalcos y desvíos de recursos denunciados en varias dependencias, en el caso del proyecto de transporte, lo alentó con más obras.
Fue así que en diciembre de 2020 dio a una compañía privilegiada, CIFO Technologies un recurso del Fondo Metropolitano por más de 49 millones de pesos para semaforización “inteligente” y para la rehabilitación de paradores abandonados, principalmente sobre el Periférico lado poniente.
Aunque hay un contrato de septiembre de ese mismo año por 107 millones de pesos, firmados por la Secretaría de Movilidad que encabezaba Mariana Nassar Piñeiro y el apoderado legal de CIFO, Francisco José Medina Ortega.
Incluían tarjetas prepago para el transporte pero, el caso es que se invirtió mucho dinero nuevamente en paradores y semaforización, que a la fecha no sirven, no tienen utilidad.
A lo mucho que hizo Murat fue desempolvar algunas unidades para traslados durante las fiestas de la Guelaguetza y con eso consideró que ya se había puesto en servicio el Citybus. ¿Sanción? Ninguna
Si bien el secretario de Transporte con Gabino Cué, Carlos Moreno Alcántara, fue algunos años a prisión, fue por temas de concesiones y no por el caso del Citybus.
A Alberto Vargas Varela nadie lo tocó ni con un citatorio, a pesar de que fue el responsable del proyecto e incluso se modificó la ley para que la Secretaría de Administración que encabezó, pudiera ejecutar obras.
Y JARA RESCATA
El morenista Salomón Jara Cruz tomó posesión del cargo el 1 de diciembre de 2022 y al mes siguiente declaró que de ninguna manera se iba a poner en funcionamiento el Citybus, al considerar que había múltiples irregularidades.
“Fue un capricho y estamos estudiando con la Secretaría de Movilidad (Semovi) y la Secretaría de Infraestructura (Sinfra) cómo va a quedar, en qué podemos ocupar el proyecto», precisó en una conferencia de prensa semanal.
Pero a finales de octubre de 2023, la administración estatal puso en marcha el servicio, con 16 autobuses, inicialmente con servicio gratuito y después con un cobro de ocho pesos.
“Tras años de abandono, este importante medio de transporte tendrá las condiciones de infraestructura y operatividad adecuadas, dejará de ser un elefante blanco y uno de los símbolos más emblemáticos de la corrupción e ineficiencia de la anterior administración”, se difundió en un comunicado.
El consejero Jurídico del gobierno, Geovany Vásquez Sagrero, prácticamente dijo que sí o sí se tendría que poner el servicio de Citybus pues de lo contrario se perderían más de 100 millones de pesos que otorgó la Federación para dicho proyecto.
Sin sanción ni más investigaciones, más que la detención del ex funcionario Óscar G. G. S., exdirector Administrativo de la Secretaría de Movilidad por firmar sin autorización un contrato de 33.5 millones de pesos, el Citybus sigue en la opacidad y en plena corrupción.
Dos terminales, completamente abandonadas, en Xoxocotlán y junto al parque del Amor en la capital, dan cuenta de ello.
La semaforización y rehabilitación millonaria de los paradores del Periférico son otro monumento a la corrupción, al igual que la pavimentación con concreto hidráulico de la mayor parte de la ruta.
¿En dónde está la supuesta modernización del sistema de cobro en los autobuses, anunciado y pagado en el sexenio de Murat Hinojosa? Y ahora la administración morenista anuncia lo mismo.
Ex candidata, perdedora, al ayuntamiento de Salina Cruz, Yesenia Nolasco, presume los logros del sistema de transporte y anuncia más rutas… pero jamás ha explicado los acuerdos con los concesionarios para poder operar.
Tampoco cuánto ingresa diariamente por cobro del pasaje ni dónde se destina ese dinero; para colmo, autobuses del Citybus, ahora Binnibus, han protagonizado percances viales, uno de ellos con saldo fatal, y sin cumplir con sus responsabilidades.
Entonces, la 4T oaxaqueña, en lugar de hacer justicia como ha prometido, en el caso del Citybus es prácticamente más de lo mismo.