Raymundo Morales/Zona Roja. Foto: Archivo.
Oaxaca, Oax., a 28 de diciembre de 2025.- El pasado viernes se cumplieron cinco años del desplazamiento violento de un grupo de pobladores en la comunidad triqui de Tierra Blanca Copala, Santiago Juxtlahuaca.
Asimismo, del crimen de Andrés Martínez López, y de lesiones de bala a tres de sus hijos José Andrés, Sheyla y Darwin Nelson Martínez Martínez.
“A cinco años de este asesinato y del desplazamiento forzado de 144 familias de Tierra Blanca Copala, el Estado mexicano mantiene una impunidad criminal.
“Pese a existir instrumentos jurídicos claros y vigentes —la Recomendación 36/2022 de la CNDH, el amparo 597/2023 y la medida cautelar 279-22 de la CIDH— los gobiernos han optado por proteger a los caciques armados y abandonar a las víctimas”, destacó el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULTI).
En un comunicado emitido ayer, culpó de la violencia y los crímenes en la zona a “paramilitares al servicio del MULT, siguiendo órdenes de la familia caciquil Ortiz”.
Pidió asimismo a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca agilizar las órdenes de aprehensión en contra de los probables responsables materiales e intelectuales.
“La violencia no ha cesado. Por el contrario, han sido asesinados dirigentes de nuestra organización. La prueba es el caso del compañero Cándido Santiago López, dirigente natural de Yosoyuxi Copala, ocurrido el pasado 30 de noviembre, así como el asesinato de Alfredo Martínez y Francisca García, cuyos nombres se suman a la larga lista de luchadores sociales caídos”, indicó.
La organización expuso que durante estos cinco años, “el único rostro del Estado ha sido el de la simulación, la represión, la criminalización, la fabricación de delitos y la apuesta al desgaste”.
Apuntó que las familias desplazadas que sobreviven en Yosoyuxi Copala continúan siendo blanco de ataques armados. “Todo ocurre con la tolerancia criminal de los gobiernos estatal y federal, que se niegan a desarmar a los paramilitares y a encarcelar a los caciques que los financian”.
El MULTI expuso que no aceptarán más mesas de diálogo vacías ni más promesas falsas, y que la paciencia tiene límites.
“Si el Estado persiste en la impunidad, la organización y la lucha colectiva seguirán creciendo, porque solo el pueblo organizado puede enfrentar al caciquismo armado y a la injusticia estructural”, remarcó.
