Redacción/Zona Roja Cdmx.
Ciudad de México, 17 de noviembre de 2019.- En el contexto de una contracción de las exportaciones en América Latina durante el primer semestre del año, el único país que en realidad está sosteniendo el desempeño regional es México.
Sólo esta nación tiene una tasa de crecimiento positiva, aseguró Paolo Giordano, economista de Integración y Comercio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Según publicó el diario “La Jornada”, el impulso está dado por el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, con un valor de 8 mil millones de dólares.
Durante la presentación del estudio “Monitor de comercio e integración 2019”, publicado por el organismo, recalcó que en 2018 se desaceleró a 8.8 por ciento promedio el rubro de las exportaciones en América Latina y en el primer semestre de este año lleva una contracción anual de 1.3, con énfasis en Sudamérica. Es contrario el caso de México, donde se expandieron 4.5.
En términos reales las ventas externas de la región se desaceleraron menos que en el resto del mundo, aunque el resultado se debió principalmente al desempeño de México, subraya el estudio.
De acuerdo con “La Jornada”, estimaciones para Centroamérica, Brasil y el resto de Sudamérica plantean que los volúmenes de ventas al exterior se estancaron 0.4, 0.2 y 0.6 por ciento, respectivamente.
Detalla que el conflicto comercial entre Washington y Pekín generó un desvío de comercio por 8 mil millones de dólares favorable a México, pero la ampliación de mercado se quedó apenas en vehículos y en algunos aparatos electrodomésticos. Los efectos fueron limitados y no contribuyeron significativamente en la variación de las exportaciones de la región, apunta.
Mientras el valor de los productos importados por Estados Unidos afectados se redujo 3.2 mil millones de dólares, las importaciones de bienes originados en China disminuyeron 31.7 mil millones. El de los creados en el resto del mundo aumentó 28.5 mil millones.
Subraya que la debilidad de las importaciones en América Latina tiene su causa en la actividad doméstica. En el caso de México hay, además, indicios de un efecto secundario de la merma en la demanda de sus exportaciones, que estaría afectando a las importaciones de bienes de capital e insumos para la producción.
En el comercio mundial y en el regional no se vislumbra una regresión de la tendencia, al menos a corto plazo. No viene de un relanzamiento de la demanda real, expresó Giordano. Añadió que a ello se suma un comercio deprimido en la oferta de servicios frente al de bienes, sobre lo que hay poca investigación.
El frente que remarca la afectación al comercio en América Latina es el entorno de los principales socios comerciales, en particular China, pero a ella se suman Estados Unidos y la Unión Europea, que han reducido su actividad mercantil de la mano de una desaceleración de la economía.
Hasta que no haya mayor crecimiento no habrá repunte en el comercio, agrega el investigador.