Redacción/Zona Roja Cdmx.
Ciudad de México, 26 de noviembre de 2019.- Los cárteles del narcotráfico y el crimen organizado han obtenido tanto poder que, según académicos estadounidenses, hasta 40 por ciento del territorio mexicano está sujeto a, por lo menos, “inseguridad crónica”.
De acuerdo con información publicada hoy por el diario “El Heraldo de México”, la situación preocupa al gobierno estadounidense, lo suficiente como para que el embajador Christopher Landau advierta que “si no lo combatimos, esto se va a poner mucho peor”.
No ha sido el único. “Hay áreas de México que yo caracterizaría como sin ley… los cárteles de la droga se encargan de la infraestructura, los servicios y sus negocios, que son las drogas”, dijo David Glawe, subsecretario de Seguridad Nacional, en audiencia legislativa.
Según “El Heraldo de México”, algunos especialistas consideran que los cárteles buscan más bien anular o desafiar el control político para promover sus operaciones criminales.
Para ello usan lo mismo amenazas, que corrupción, disponen de miniejércitos y adoptan tácticas militares.
Peor aún, en Estados Unidos hay también una corriente que considera a los cárteles como una amenaza regional y promueve la idea de proclamarlos como agrupaciones terroristas.
Un texto de la revista Foreign Policy, firmado por los especialistas John. P. Sullivan y Robert Muggah, hizo notar que “las autoridades (mexicanas) estiman que 40 por ciento del país está sujeto a inseguridad crónica, con violencia homicida, desapariciones y desplazamiento de la población”.
El reportaje de “El Heraldo de México” añade que de acuerdo con ese reporte, estados como Guerrero, Michoacán, Tamaulipas y Veracruz están paralizados por la violencia organizada, como atestiguan descubrimientos de fosas comunes.
Landau advirtió que “el territorio donde (los narcos) tienen poder continúa expandiéndose a través de la República”, dijo Landau el 14 de noviembre.
“Si lo ocurrido en Sinaloa no nos hace despertar, ¿qué es lo que vamos a esperar que pase?”, demandó.
El 17 de octubre, grupos de sicarios del Cártel de Sinaloa ocuparon parcialmente Culiacán para obligar al gobierno a liberar a Ovidio Guzman, uno de los hijos y herederos del encarcelado narcotraficante Joaquin El Chapo Guzman, detenido en un operativo militar.
Un ensayo publicado por la revista de seguridad de la Universidad de Fletcher señala que “un creciente número de grupos criminales llega a la esfera política y ejerce una profunda influencia en asuntos locales y nacionales”.