Lisbeth Mejía Reyes/Zona Roja.
Oaxaca, Oax., a 18 de junio de 2025.-El debate se pretendía generar a propósito de la obra pública municipal, pero ganaron los señalamientos por los tequios y el pasado priísta de varios concejales que llegaron al ayuntamiento de Oaxaca de Juárez con la bandera del Verde Ecologista y que ahora se identifican con Morena.
Martes de sesión, con un solo punto de acuerdo en la agenda. Era el turno de los asuntos generales en y el regidor Alejandro Carreño solamente se rascaba la sien, la nariz y la barbilla mientras su compañero Martín Vásquez Villanueva preguntaba por la obra pública y los recursos del Ramo 33. «¿Cuántas obras se han iniciado y bajo qué modalidad se van a realizar?»
En medio de sus preguntas, Vásquez criticaba los tequios vecinales porque «se invita a personal de este gobierno municipal, de la administración pública, y lo que menos hay es participación ciudadana… Un tequio para un trato indigno por la necesidad de conservar su empleo».
La discusión avanzaba, pero sin ahondar en la obra pública a casi seis meses de gobierno. Uno tras otro hablaban los regidores para abordar otros temas e invitaciones.
De pronto, a la defensa de los tequios salía Carreño, regidor de la materia, para hablar de las bondades de esta práctica como una manera de hacer «comunidad», para reeducar desde la administración pública e involucrarse con la sociedad.
Fue casi una hora de asuntos generales, sección en la que el presidente municipal, Raymundo Chagoya Villanueva, también defendía los tequios al ponerse como ejemplo de la participación y mientras exigía el respeto de Vásquez Villanueva.
«No sé con qué calidad viene a decir que no van vecinas y vecinos si él nunca ha asistido a ninguno de estos tequios», le reclamaba al ex candidato a la presidencia municipal ante el público presente y el de las redes sociales, donde se transmitía en vivo la sesión ordinaria.
En el pleno, algunos cruzaban los dedos. Pero Vásquez, concejal por el PRI, no iba a pasar por alto aquella afrenta y volvía a pedir la palabra: «Presidente, yo siempre me he referido a usted con mucho respeto. Nunca le he faltado al respeto, lo único que le dije es que no estoy de acuerdo con los tequios y las invitaciones … Yo quiero que aquí se hable de obras municipales porque tiene presupuesto propio Oaxaca de Juárez. Tiene Ramo 33 y no me contestó el presidente cómo va el programa anual de obras 2025 y no me contestó tampoco del programa de adquisiciones».
Sus reclamos se volvían ahora hacia Carreño, quien solamente reía cuando Vásquez argumentaba que no había necesidad de involucrar a todos en los tequios sino que cada concejal atendiera los asuntos de su competencia y responsabilidad. «Él (Carreño) tiene una capacidad de organización estupenda. Por cierto, formado del PRI».
Tras el señalamiento, fue imposible evitar las risas entre regidores y público. Este último se acomodaba en los asientos a la espera de los nuevos reclamos entre concejales. Varios más aprovechaban la oportunidad de grabar en video aquel duelo.
Chagoya Villanueva trataba de mediar la situación y terminar con las preguntas de Vásquez, al que nuevamente invitaba a los tequios y a pedir la información de la obra pública vía transparencia.
Pero Carreño volvía al asunto de los tequios y recordaba el pasado de Vásquez como presidente municipal en Tehuantepec, pero también como alguien eterno en el tricolor. «Es cierto, no voy a desconocer esa parte que tengo atrás, pero por personas como usted es que renuncié al PRI, que vivieron años eternamente en el PRI, de una trayectoria en el PRI y yo no tuve una oportunidad en el PRI por gente como usted».
La sesión era ya un encuentro frente a frente entre concejales. Por fin parecía aflorar la oposición, al menos para expresar desacuerdos personales o políticos. Aunque como mediador, Chagoya Villanueva prefería reír mientras Vásquez y Carreño se reclamaban.
«¡Vaya! Me da mucho gusto que dé la cara Carreño. Pocas veces te he escuchado. Y en casi 30 años que he participado en la vida pública del país, jamás he traicionado, jamás he formado sectas, grupos», le respondía Vásquez al concejal que había cambiado la sonrisa por el rostro serio.
Del Cabildo, decía Vásquez, «el 90 por ciento viene del PRI, salvo honrosas excepciones. O son hijos, o son hermanos o son padres…» Y de nuevo arremetía contra Carreño para exigirle responsabilidad con los tequios y a no obligar a los trabajadores del municipio a acudir por conservar «ese mísero sueldo que les dan».
Los desencuentros habían aumentado y de las risas se había pasado a la seriedad. Héctor Pablo Ramírez Puga, regidor que fue militante del PRI y que llegó al cabildo de Oaxaca de Juárez con Movimiento Ciudadano, pedía la palabra, pero no para avivar la discusión: «Ya no le voy a echar leña al fuego, no se preocupe». Su comentario devolvía la risas a la mayoría, pero no a Vásquez y Carreño.