Lisbeth Mejía Reyes/Zona Roja.
Oaxaca, Oax., a 18 de junio de 2025.- Las mujeres en el poder enfrentan graves riesgos que han escalado hasta la muerte, coinciden las organizaciones Consorcio y el Grupo de Estudios sobre la Mujer Rosario Castellanos (GES Mujer) sobre el reciente asesinato de la presidenta municipal de San Mateo Piñas, Lilia Gema García Soto, ocurrido el 15 de junio en el palacio municipal de la comunidad.
Además, por las amenazas en contra de la regidora Aidé Sánchez, en Tlacolula de Matamoros, y la violencia política contra Inés Soto, edil de Zapotitlán Palmas, y sus compañeras regidoras.
«Romper con las estructuras históricas de poder no solo implica enfrentar discriminación, acoso o amenazas; también puede costar la vida», señala GES Mujer en su pronunciamiento por el caso de Lilia Gema.
Frente a este contexto, en el que a nivel nacional también fueron asesinados este 17 de junio la presidenta de Tepalcatepec, Michoacán, Martha Laura Mendoza, y su esposo, los organismos de defensa de los derechos de las mujeres han exhortado a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca y al gobernador, Salomón Jara Cruz, a que el crimen de Lilia Gema no quede impune.
Incluso, como señala GES Mujer, «es urgente fortalecer los mecanismos de protección para las mujeres autoridades, especialmente en contextos comunitarios». También, «garantizar su derecho a una vida libre de violencia y reconocer su liderazgo como una pieza clave para la transformación social de Oaxaca y del país».
Elizabeth Mosqueda Rivera, de la dirección colegiada de la organización Consorcio, explica que el asesinato de Lilia Gema García Soto es una muestra de brutalidad en contra de una mujer en el poder. «Son 60 balazos mínimo los que estuvieron lanzando contra ella y contra Gregorio García Ruiz, el agente municipal de Agua Caliente, que también falleció en el suceso del domingo pasado.
«Para nosotras refleja la gravedad e impunidad de lo que están viviendo las mujeres en el estado de Oaxaca».
Las mujeres han avanzado en el acceso a esos espacios de participación, de toma de decisiones, los cuales deberían de ejercer como garantizan las leyes, al ser una acción afirmativa para poder generar sociedades más igualitarios. Sin embargo, Mosqueda considera que este avance también «está resultando en otras formas de violencia hacia las mujeres y bastante atroces».
El de Lilia García Soto no es un caso aislado, apunta Mosqueda Rivera, pues hay otras mujeres que están denunciando la violencia política de la que son víctimas y que enfrentan agresiones y amenazas por hacer uso de un derecho que ha costado alcanzar.
A nivel internacional, México está en un momento de revisión ante la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), por lo que «resulta bastante grave escuchar al gobierno federal ante este organismo rector que vela ante la ONU por la eliminación de la violencia contra las mujeres diciendo que la participación de las mujeres es uno de los grandes logros del país».
Sin embargo, historias como el asesinato de Lilia Gema, «más bien nos reflejan la gravedad de los riesgos que se viven las mujeres ante la toma de estos espacios de participación política, de toma de decisiones».
En lo que va del gobierno de Salomón Jara, la organización Consorcio ha registrado más de 30 casos de violencia política contra las mujeres en cargos en el estado de Oaxaca.
Los casos de Lilia Gema y la edil de Zapotitlán Palmas también resonaron este lunes en el Observatorio de Participación Política de las Mujeres en Oaxaca. En la sesión extraordinaria, la presidenta del Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca, Sandra Pérez Cruz, expresó que la violencia en contra de las mujeres que participan en la política es el mayor reto y la mayor preocupación como mujeres y como funcionarias.
Por su parte, la presidenta del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca, Elizabeth Sánchez González, señaló que la presidenta y regidoras de Zapotitlán Palmas enfrentan la violencia, el machismo y misoginia por parte de quienes se oponen a que las mujeres gobiernen.
