Inicio COLUMNA Opinión. Transformaron al país, pero en un narcoestado

Opinión. Transformaron al país, pero en un narcoestado

por Agencia Zona Roja

Néstor Y. Sánchez Islas.

Una raya más al tigre: La detención del líder del sindicato CATEM en la comarca lagunera es una prueba más de los vínculos entre la 4T con los narcos. Ahora se suceden tan rápido las evidencias que ya nos está pareciendo normal que todos los días quedemos a la espera del escándalo del momento.

La colusión ya es tan cercana que es un hecho de que gran parte del aparato gubernamental trabaja para los criminales. La amenaza de que México se convirtiera en un narcoestado ya se cumplió. La izquierda mexicana, tan purista y delicada, terminó siendo una narco izquierda con una ideología narco marxista.

El escándalo del CATEM en La Laguna no nos es ajeno, más bien parece que en Oaxaca se dan condiciones semejantes y, un rápido recorrido por las noticias de tan solo el último año son evidencias irrefutables.

En nuestra prensa local, las noticias relacionadas con la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, CATEM, durante el último año, diciembre de 2024 a diciembre de 2025, han estado marcadas principalmente por hechos violentos, incluyendo múltiples asesinatos de líderes, acusaciones de extorsión y conflictos con otros sindicatos.

Apenas el 27 de octubre pasado fue asesinado en el estacionamiento de una plaza comercial en Salina Cruz, Noé Pérez Urquidi, líder porteño del sindicato mafioso. Pocas semanas antes, la mafia sindical ejecutó a Juan Luis Villaseca, otro líder del CATEM. Junto a él murieron su esposa, su hijo y un escolta.

Los medios locales señalan los asesinatos de otros líderes menores de la misma mafia, incluido la de Francisco Cortés Hernández, muerto en un enfrentamiento por el control de acarreo de material para la rehabilitación de la vía a Huajuapan.

Desde la tribuna oficial, el mismo gobierno estatal ha confirmado que el sindicato en cuestión tiene un largo historial por intentos de extorsión y el cobro de piso a tortillerías en varios municipios.

La complicidad mafiosa entre la 4T y el sindicato se volvió a exponer cuando en junio de 2025, hubo un enfrentamiento entre la Confederación Libertad y el CATEM Joven por la disputa de espacios en la Central de Abastos de Oaxaca. También se reportó un conato de riña con maestros de la Sección 22 del SNTE en septiembre de 2025 durante un evento encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, donde integrantes del CATEM actuaron como un bloque de contención.

A algunos de los líderes asesinados los vimos en más de una ocasión rodeado de políticos. Las fotos ahí están y, a pesar de que salgan a deslindarse como lo hizo Pedro Haces, el líder nacional del CATEM del pillo detenido en La Laguna, los de aquí también negarán su convivencia cercana, pero no se puede explicar la proliferación de las estructuras criminales sin la complicidad del poder político.

La infiltración criminal del gobierno es un hecho, como lo es también que AMLO actuó con tal grado de tolerancia que no es difícil sospechar de su abierta complicidad. Gracias a él, la verdadera transformación que se ha dado en el país es la mutación de lo que fueron violentas bandas en complejas estructuras criminales con base social.

Gracias a ello, la gente, sin el menor rubor, los defiende, los justifica, admira y desea ser como ellos. Gracias a esta situación sociopolítica de tolerancia y complicidad, ahora actúan a plena luz del día, ya sea como sindicatos o como organizaciones sociales. El crimen organizado, de la mano de Morena, es ya un intermediario entre la sociedad y las autoridades. Ejemplo claro son el reparto de lugares para ambulantes o concesiones del transporte.

La complicidad con los criminales los ha transformado en auténticos poderes paralelos que ya sea que impartan justicia porque se consideran delincuentes bondadosos o regulen los precios de los mercados, como el caso del aguacate, pollo o limón. En casos de desastre, llegan más rápido las despensas del narco que de las autoridades. Ante nuestros ojos se construye la narco cultura.

El crimen ya es un actor sociopolítico, ilegal, pero con un gran peso en los tres poderes del Estado. Nadie duda de la existencia de narco diputados, narco senadores, narco presidente municipales o narco gobernadores.

Es cierto que México vive una transformación, pero no en el sentido que el gobierno nos quiere hacer creer. La verdadera transformación es la de haber convertido a la república mexicana en un narco Estado de orientación marxista, aliada de autócratas como Nicolas Maduro, Daniel Ortega, Vladimir Putin o Miguel Díaz Canel y lo que queda del castrismo cubano.

La narcopolítica no es solo un crimen, sino un mecanismo que reconfigura fundamentalmente la estructura de poder, la economía y la cultura de México, con consecuencias que se sentirán durante generaciones.

nestoryuri@yahoo.com

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