Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 22 de noviembre de 2021.- O es una estrategia para desgastar a los contendientes; o es una estrategia para prolongar la agonía de Salomón Jara… o es una estrategia para favorecer al PRI. O le apuestan a más división.
El caso es que este domingo, el delegado nacional de Morena en Oaxaca, Óscar Cantón Zetina, anunció que será a mediados de marzo cuando se dé a conocer el nombre del o la candidata a la gubernatura de la entidad, cuya elección es el 5 de junio de 2022.
Y para rematar, abrió el abanico a dos externos, que podrán participar en las encuestas de Morena para elegir al o la postulada… pese a que las únicas posibilidades reales las tienen Susana Harp Iturribarría y Salomón Jara Cruz, en ese orden.
EL FACTOR DIVISIÓN
Ya de sí, desde hace varias semanas la división en Morena se acrecienta, por las definiciones de diversos grupos a favor de Jara y de Harp; en el Congreso local, por ejemplo, el morenista tiene su propia barredora con Laura Estrada Mauro, que, para variar, pese al discurso, seguirá pactando con el PRI para ayudar al gobierno.
También se ha acrecentado la lucha interna vía redes sociales y a través de “fake news”; apenas este domingo, un colectivo feminista denunció que hay al menos 25 páginas o perfiles que han atacado a la senadora y en un lapso breve se han pagado al menos 100 mil pesos para atizar críticas malsanas.
Están además los dimes y diretes que protagonizaron la semana pasada Flavio Sosa y Jara, otrora compañeros de lucha en la izquierda.
Para nadie es secreto que desde que inició la senaduría, Salomón Jara ha echado mano de todos los recursos posibles, incluyendo municipales con sus aliados y en el Congreso local, para promoverse y buscar ser candidato a gobernador.
Esa ambición, alentada principalmente por Ricardo Monreal, lo ha llevado a distanciarse hasta con el Presidente Andrés Manuel López Obrador y se ha reflejado, sobre todo, en la escasa popularidad del senador.
Desesperación, podría ser la palabra correcta, pues a cuatro años de derrochar cientos de millones de pesos, nada más no ha crecido en aceptación entre los oaxaqueños, a pesar de pregonar su indigenismo y su lucha social de más de tres décadas.
Apenas la semana pasada, en su último intento de convencerse de que merece la gubernatura, presuntamente pagó una encuesta en IMO México, que asegura que cuenta con el 31.1% de preferencia para ser candidato a gobernador, mientras que Susana Harp, 22.2%.
Por cierto, el pasado domingo, el funcionario y columnista del diario “El Universal”, Roberto Rock, comentó que Jara “ha dejado saber al dirigente de su partido, Mario Delgado, que de no ser postulado se lanzará bajo otras siglas”.
Susana Harpa como se ha dicho, ni sufre ni se acongoja. No tiene actos faraónicos ni se ve publicitariamente el derroche financiero; tampoco hay actos masivos.
Eso sí, ha intensificado sus actividades, con restricción de personas, como lo hizo el domingo al recibir el respaldo de la Fundación Mario Pradillo; no hay lonas, no hay espectaculares, no ya entrevistas masivas, no tiene una aplanadora de ediles y legisladores…
Y pese a todo, tiene los más altos puntajes en aceptación; un promedio de casas encuestadoras, elaborado por Polls.mx, arrojó la semana pasada que Jara tiene 25% y Harp 37.5% de aceptación.
Los números han sido similares a lo largo de los últimos tres meses, sin cuestionar la calidad o la profundidad de los estudios, que han elaborado Campaigns&Electios, La Encuesta.mx, Poligrama, Crupes, FactorMétrica, Elctoralia y Massive Caller.
No se sabe si Susana Harp es ya o será la candidata de Morena; lo que sí se ha dejado entrever es que está en el ánimo de López Obrador; ha destacado también su perfil político de bajo perfil pero de alto perfil en cuanto a su labor como senadora.
Sin embargo, con todo ello, la prolongación de plazos para encuestar a seis y para tener candidato o candidata, hasta marzo, lo único que logrará es incrementar la rivalidad, los mensajes de odio, la división y, en consecuencia, el debilitamiento de Morena.
PRI, ¿EL BENEFICIADO?
Y ahí los priistas, sin tanta alharaca, están a la espera de captar esas divisiones, con un candidato que podría causar la sorpresa en el medio oficial y en el ambiente tricolor.
Hasta ahora, el único perfil que se mantiene sin negativos y con crecimiento, es el de Francisco Ángel Villarreal, actual director del IEEPO. Aún sin el PAN o el PRD, puede dar las sorpresas.
En el escenario del gobernador Alejandro Murat, han quedado descartados Alejandro Avilés, que ahora coordina la bancada tricolor; Mariana Benítez, premiada con la Mesa Directiva del Congreso; Eviel Pérez Magaña, que nada más no crece ni hace nada por el PRI; Raúl Bolaños Cacho optó por apostar por Morena, donde no logrará nada; Samuel Gurrión, que desde hace mucho ha traicionado al priismo a su conveniencia económica…
¿Quién más? Por ahora no se ve ningún otro priista que, por lo menos, no tenga señalamientos de corrupción, de vivir del erario y de la política, o de medrar de la política para intereses personales. Así que, por lo pronto, ante el desbarajuste en Morena, el PRI y el gobierno tienen un escenario más favorable en puerta.
